jueves, 19 de febrero de 2009

La Iglesia Católica custodia de la Verdad


(San Pedro con la llave, por el Greco)

Por decir que sólo la Iglesia Católica es depositaria de la Verdad, algunos acusan de "arrogancia" a los católicos, pero como señala el cardenal y teólogo Ratzinger (hoy S.S. Benedicto XVI): «¿No es una arrogancia decir que Dios no nos puede dar el regalo de la verdad?»; y añade «¿No es un desprecio de Dios decir que hemos nacido ciegos y que la verdad no es cosa nuestra?». La «verdadera arrogancia» consiste en «querer ocupar el puesto de Dios y querer determinar quiénes somos, qué hacemos, qué queremos hacer de nosotros y del mundo». Por tanto, «lo único que podemos hacer es reconocer con humildad que somos mensajeros indignos que no se anuncian a sí mismos, sino que hablan con santa timidez de lo que no es nuestro, sino de lo que proviene de Dios»

Todos sabemos que sólo existe un Dios verdadero, eterno, omnipotente, creador de cielos y tierra, que nos ha dejado una única Iglesia –la Iglesia Católica– garante de la religión verdadera, custodia de la Revelación divina; los otros dioses son falsos y sus religiones igualmente falsas [1]. Es un error –cuando no es un engaño diabólico– pensar que todos los dioses en el fondo son el mismo dios. ¿Cómo pueden ser el mismo dios si son esencialmente contrarios entre sí?
Así el Dios predicado por la Iglesia Católica es uno y trino, los otros no. Nuestro Dios ha creado cielos y tierra, los otros no. Nuestro Dios se ha revelado al mundo enviando a su Hijo Jesucristo, los otros no. Si todos los dioses fueran el mismo, se daría la paradoja de que el mismo dios ha inspirado libros sagrados como el Corán, la Biblia o los Vedas, que son contradictorios entre sí. Igualmente habría fundado estas religiones que son contrarias entre sí. Por ejemplo, el islamismo admite la poligamia, el cristianismo la condena. Entonces Dios estaría contradiciéndose y sería un mentiroso.

No; sólo existe un Dios verdadero y una religión verdadera que El ha fundado. Los demás dioses son falsos, no existen; son creaciones de la fantasía del hombre. Por eso cuando Moisés recibió el Decálogo, le dijo Dios: «No tendrás otro Dios más que a Mí». En la Biblia se nos habla constantemente del Dios verdadero y de los dioses falsos que nunca han existido.
El profeta Jeremías dice: « El Señor es el verdadero Dios, el Dios vivo y Rey eterno. Si Él se enoja, tiembla la tierra y todas las naciones son impotentes ante su cólera. Así, pues, habéis de decir a los gentiles: dioses que no han hecho ni los cielos ni la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de los cielos» (10, 10s).

Pero hay más todavía. Detrás de esos dioses y religiones falsos se esconde el demonio, de modo que esos dioses falsos son los demonios. Esto no es una opniión personal, lo dice la Sagrada Escritura: «todos los dioses de los gentiles son demonios, pero el Señor, nuestro Dios, hizo los cielos» (Sal. 95).

Nota [1]: La Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él, si bien fuera de su estructura se hallan muchos elementos de santidad y verdad que son bienes propios de la Iglesia de Cristo. (Lumen Gentium I,8)

No hay comentarios: