miércoles, 17 de diciembre de 2008

Definiciones de 'pecado'




* ¿Es el pecado una realidad objetiva?


Hoy existe todo un conjunto de corrientes de pensamiento desviadas que quieren olvidar la realidad del pecado, y desean vivir como si éste no existiera en el mundo. Según ellos, el pecado es el simple hecho de que los hombres nos equivocamos en nuestras opciones morales y "a veces, elegimos erróneamente hacer el mal". Aquí nos hallaríamos ante la definición a la que se acogen muchos protestantes, «pecado es una opción moral errónea del hombre».
Hay que acudir a la doctrina Católica, garante de la Verdad, para explicar el verdadero sentido del pecado. Y antes de comenzar por dar su definición, hay que repasar su historia –no olvidemos que la doctrina Católica es sobre todo una Historia sagrada–, y he aquí que el pecado es el núcleo del llamado misterio de la Iniquidad.

Es un punto central de la Revelación cristiana el hecho de que Cristo ha venido al mundo para salvarnos del pecado, y para hacernos participes de su muerte redentora y de su resurrección, y alcanzarnos una nueva vida como miembros de la divina familia como hijos de Dios y hermanos del Verbo eterno. El primer acto del pecado, narrado en Gen 3,1-14, es la violación deliberada de un precepto divino por nuestros primeros padres. Pero se trata de algo mucho más allá que la violación de un tabú, la enseñanza consistente del Antiguo Testamento muestra ese primer pecado como "una perversa rebelión contra Dios", porque el pecado está fundado en la libertad y consiste en "el abuso del libre albedrío", el cual es un don de Dios. La Sagrada Escritura muestra una y otra vez cómo el pecado es una ofensa a Dios, no en cuanto daña a Dios, lo cual es imposible, sino en cuanto a que daña al hombre, imagen de Dios y llamado a participar de su vida.

Lo cierto es que el primer pecado de Adán y Eva los hirió, los alienó de Dios, los alienó del uno respecto del otro y los alienó de sí mismos. Todo lo cual supuso la caída del hombre, la degradación de su naturaleza humana, que le privó de ser hombre del Paraíso para pasar a ser hombre terrenal, sometido a la corrupción, a la enfermedad, al alejamiento de Dios, a la concupiscencia, a la muerte. De una manera misteriosa, ese pecado original pasó a transmitirse a cada uno de sus descendientes (exceptuando a la Santísima Virgen María, concebida inmaculadamente por privilegio divino), la degradación se apoderó de todo hombre sobre la tierra, y los Cielos quedaron cerrados para el genero humano.

* Definición católica de 'pecado'.

Una vez conocida el comienzo de la historia del pecado, podemos pasar a su definición, tomando para ello la que da san Agustín en "De Libero Arbitrio": «El pecado es un mal infinito cometido por el hombre mediante la aversión del bien inconmutable y la conversión a los bienes mutables». En esta definición se aprecian tres aspectos, por una parte, la opción del pecador hacia un bien creatural, y por otra el rechazo a Dios (bien inconmutable). El hombre que comete un pecado mortal opta por un determinado bien, y acepta el alejamiento de Dios como medio para conseguir una gratificación finita. En cuanto al mal infinito que lleva asociado el pecado, se aprecia atendiendo a la persona que recibe la ofensa. Una ofensa hecha a un simple particular es un mal, pero es mayor mal si se la hace a una persona de gran dignidad, como sería un juez, y aún más grave sería hacerla al rey. Pues bien, en el caso de la ofensa hecha a Dios, que es la Majestad infinita, respecto el cual todos los príncipes de la tierra y todos los santos y todos los ángeles del Cielo son menores que un grano de arena (Is 40,15), evidentemente es un mal infinito.

Cuando Dios está lejos del hombre, no hay posibilidad alguna de que el pecado de éste sea perdonado, entonces surge la desesperación en el hombre filósofo, mientras que el vil opta por construirse una ley a su propia medida para sentirse un justo ante ella. Además, el alejamiento de la Verdad tiene para el hombre una consecuencia tremenda aún en este mundo: el pecador se ve imposibilitado a creer en la verdad y Dios le induce a creer en mentiras (Rm 11,8), (2 Cor 4,4), (2 Tes 2,11).

* Consecuencias del pecado mortal.

Dios ha dispuesto que quien muera en pecado mortal sea reo del infierno, sometido allí a las penas horrendas, terroríficas, continuas, inexhaustas, inimaginablemente maltratado por los demonios, abrasado por un fuego inextinguible, durante un tiempo eterno. Hay personas poco instruidas que, en su ignorancia, piensan que Dios no puede castigar con una pena de duración infinita a "un acto humano finito". A ello responde santo Tomás: «El pecado es una ofensa a Dios, ser infinito, por tanto es una ofensa infinita. Por Justicia debe penar infinitamente, y ya que no lo puede hacer en intensidad, lógicamente debe hacerlo en el tiempo». San Agustín asegura que el pecado (mortal) es un mal infinito, de suerte que aunque todos los hombres y todos los ángeles se ofrecieran en holocausto, no podrían satisfacer por un solo pecado de un solo hombre. Dios castiga al pecado con las terribles penas del infierno, y ese castigo, según los teólogos, es citra condignum, o sea, inferior a la pena con la que debiera castigarse.

Pero el Evangelio, que está en (y sólo en) la manos autorizadas de la Iglesia Católica, significa "Buena Noticia", y es eso, la expresión de la mejor noticia que los oídos de un pecador pueden escuchar: «La venida al mundo de Cristo, Hijo de Dios, a salvar al hombre a través de su vida, muerte y resurrección redentora». Pues esa Redención divina, lograda como sacrificio cruento de Cristo, con un valor redentor infinito, sí es digna de satisfacer todo pecado humano, y es digna de liberar de la esclavitud de Satanás, y es digna de restaurar a todo hombre a su estado de gracia santificante... ¡Pero ello debe ser realizado dentro de la Iglesia Católica, que es la mediadora entre Dios y el hombre!.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Prudencia contra astucia en Política


Antes de los inicios de la era moderna, nadie tuvo la osadía de pensar que la política tuviera una esfera propia de criterios y juicios. Cualquier gobernante cuando tomaba una decisión de estado, se aseguraba previamente que ésta estuviera de acuerdo con la Biblia o con su conciencia. Si era consciente que una acción era ilícita, es decir, contraria a la religión, entonces el gobernante también la consideraba políticamente reprobable. Y esto es así porque la política es una parte de la Religión(1) . Concretamente, de la política se encarga la Moral, que es la ciencia que se ocupa del gobierno tanto de las personas como de los grupos sociales o sociedades. La política está encargada del gobierno del Estado, el cual, por definición, es una sociedad perfecta que se ocupa del bien común de sus componentes.

Pero con el comienzo del siglo XVI, el filósofo italiano N. Maquiavelo proclama impíamente que la política es una fuerza independiente que los gobernantes pueden utilizar –al margen de la Moral– para conseguir su fin que es mantener el poder del estado y asegurar la paz, utilizando para ello cualesquiera medios y recursos. Así nació la política moderna.
Hay que distinguir la importancia de este salto, desde la edad antigua en la que el monarca absorbía en su persona todo el poder, que en principio radicaba en la corona, teniendo ésta como parte integrante a los naturales de la ciudad, nación o Estado, no existiendo ninguna agrupación terrenal que vincule al monarca a ningún sometimiento por mínimo que ésta sea. Pero esta afirmación hay que matizarla, porque el monarca quedaba sometido a los dictados de Dios y de la naturaleza (Religión y Derecho Natural). Por contra, en la era moderna, con los postulados maquiavelicos sobre la razón de Estado, justificando toda clase de medios para la consecución del fin, no es otra cosa que el dominio absoluto del monarca sobre los súbditos, habiendo con ello construido el indiscutible y seguro peldaño hacia la divinización del poder político de los gobernantes.

Sabios de la antigüedad como Platón o Confucio defendieron que la política debería dejarse en manos de las personas más sabias y prudentes. Para santo Tomás de Aquino la 'prudencia' de un individuo indicaría «visión anticipada de los aconteceres que conlleva precaución contra todo mal probable o posible». La prudencia sería un conocimiento encaminado, no a conocer por conocer, sino a dirigir las cosas aprehendidas a la acción recta. Concretamente, el hombre prudente se encamina con todas sus potencias cognoscitivas a hacer el bien y evitar el mal. Pero he aquí que la prudencia no sólo se extiende al bien propio y personal, sino también al bien de los demás y de toda la sociedad. Ese bien común, que consta de muchas cosas y se realiza de muchas maneras, en los diferentes lugares y situaciones, es el objeto de la prudencia. Y como es un bien social o político, la prudencia que versa sobre él se llama "política", que, como ya ha quedado dicho, al tratar del gobierno de agrupaciones sociales, entra dentro de la Moral. Hay quien se opone a ello, con argumentos tan inconsistentes como decir «que los actos políticos deben enjuiciarse con el criterio de lo útil, lo habitual, lo que piensa la mayoría...». A esto responde el filósofo B. Monsegú: «Lo que es, o sea más o menos numeroso, no dicta su ley a lo que debe ser» . Una prudencia política que no tiene en cuenta los principios del derecho natural y las conclusiones que la ciencia moral obtiene de ellos, no es prudencia política sino astucia maquiavélica.
_______________________________
(1) La Religión Católica que es la expresión de la Verdad.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Conociendo a Dios


* El Dios escondido

«Toda religión que no afirme, en primer lugar, que Dios está escondido,
no puede tenerse por verdadera» (Blaise Pascal).

En una entrevista que poco antes de su muerte le hicieron a Isaac Asimov, celebre divulgador de la ciencia, le interrogaron sobre su pensamiento sobre Dios, éste manifestó su ateísmo, y el entrevistador profundizando algo más le dijo: «Y si tras la muerte..., en el más allá se encontrará realmente con Dios, ¿qué le diría usted a Él?». Asimov, después de dudar un rato, contestó: «Le diría que podría haber sido un poco más explícito, que se podría haber manifestado con una mayor claridad... pues yo no lo pude percibir en toda mi dilatada vida». Esta respuesta, además de estar cargada de un absoluto positivismo (yo sólo acepto como real aquello que percibo por mis sentidos) es injusta y muy poco científica, pues son muchas las cosas reales que en filosofía y en la ciencia se conocen indirectamente, después del estudio profundo y serio de sus efectos secundarios.

Hoy hay muchos racionalistas que como Asimov opinan que Dios se debería manifestar, clara e inequívocamente, a los científicos y sabios del mundo, para que así éstos certificaran oficialmente su existencia. Muy diferente es la estrategia que ha elegido Dios, consistente en dar suficiente luz a quien quiere creer y suficiente sombra a quien no quiere creer. Mientras dura la vida terrena el hombre «ve como en un espejo, de forma confusa», pues sucedió que con el pecado perdió la integridad primigenia del paraíso: de tener una visión perfecta pasó a tener una visión borrosa y confusa (I Cor 13, 12). Así ahora es como si Dios jugara al escondite con el hombre: si se descubriera totalmente, dejaría de tener merito creer en Él; si no se descubriera en absoluto, no habría fe.

* ¿ Pero Dios se descubre o no ?

Dios sí se descubre de manera clara y explícita, pero sólo a los pequeños y sencillos para así "confundir a los sabios y entendidos de este mundo". Lo trágico es que los sabios de este mundo no saben aún donde está la auténtica sabiduría. La sabiduría (en el sentido bíblico) no es una acumulación de conocimientos prácticos y útiles que sirven al hombre para andar confiadamente por la vida, realmente la sabiduría es una lucha por la verdad, una guerra continua, a veces, descorazonadora en la que el éxito o el fracaso se basa en la apertura a Dios, que como hemos dicho, no se descubre nunca enteramente al hombre. Si no lo hace es por su infinita bondad, ya que nosotros necesitamos "no verle" para así "creyendo sin ver" ganemos meritos para la verdadera vida (aquella que se inicia con la muerte). Pues el creer implica un fiarse de Dios, al igual que el pequeño cree naturalmente en sus padres porque se fía de lo que le dicen, de lo que le dan, etc. Es entonces cuando Dios concede la sabiduría y la inteligencia como dones.

* ¿ Es cognoscible Dios ?

Respecto a la cognoscibilidad de Dios, es un error muy típico de muchos racionalistas el pensar que como Dios es Infinito, .... es por ello incognoscible, es decir, "no podríamos conocer nada afirmativo sobre Él"..., algo así, como que nuestro intelecto no puede captar ninguna faceta de Dios "porque en nuestra mente finita sólo tendría cabida lo finito". Es un doble error, por una parte es una confusión entre los términos "incomprensible" (algo no abarcable por el intelecto) e "incognoscible" (algo que no puede ser conocido). Permitidme poner un ejemplo de Física: el conjunto de todos los fenómenos físicos que pueden acontecer en el universo sería "algo incomprensible" porque serían demasiados para ser captados por las 10^15 neuronas del cerebro, sin embargo, en física, la conducta del universo es perfectamente 'cognoscible' por los científicos, con un conocimiento verdadero (aunque incompleto), en realidad, la cosmología clásica -rama de la física que estudia el comportamiento global del universo- se ha desarrollado ya hasta los límites máximos. Pero, además, se trata de un error teológico, pues en ello no se tiene en cuenta, que el conocimiento de Dios que tiene el católico procede de una iluminación de la gracia, a través del Espíritu Santo, en el que están implicados el don de la sabiduría como el don de la inteligencia . Es por todo esto, que son las personas más humildes -y no las más doctas- las que mejor conocimiento tienen de Dios.


jueves, 13 de noviembre de 2008

El día del Señor


« Antes de venir como Juez, abriré de par en par la gran puerta de la Misericordia. Quien no quiera pasar por esta puerta, tendrá que pasar por la de mi Justicia. ... ¡Ay ! qué terrible será ese día ante el cual hasta los ángeles del Cielo tiemblan ». (Jesús a sor Faustina, año1935)


Es muy común entre los partidarios de doctrinas orientales decir que «el budismo (etc...) no es una religión sino una filosofía». Yo se lo he oído decir mucho a un amigo usando tono peyorativo hacia la religión Católica, por ser, ella sí, una 'simple religión'. Muy poco saben esos filosofistas que la doctrina Católica es una religión, y una filosofía, y una moral, y una... –ilimitada cantidad de "ys", en consonancia con el concepto "et-et"[1]–, pero sobre todo y ante todo es una Historia.

Pues sí, ante todo es la Historia de la Salvación del hombre corrompido por el pecado. Esta feliz Historia, como Buena Nueva, abarca desde el comienzo del hombre moderno (inclusive antes de ello) hasta nuestro tiempo (inclusive después de éste). Esta Historia está plagada de manifestaciones de Dios, en cumplimiento de su plan de Revelación, a través de obras y palabras divinas. En su sabiduría, Dios utiliza toda una pedagogía, adaptándose al hombre, sirviéndose de acontecimientos y palabras humanas para comunicar su designio, y lo hace progresivamente, por etapas. Jesucristo no sólo es el mayor de los rabíes, no sólo es el mayor de los profetas, ... sino que es el Hijo eterno del Dios altísimo, que, para nuestra salvación, se ha hecho hombre. Jesús es el Mesías de Israel, del que habían hablado todos los profetas, que en su vida terrenal se dedica a hacer obras portentosas, actos de bondad y misericordia, signos, milagros y expulsión de demonios, se muestra como Señor de la Ley, predica sabiamente y, sobre todo, anuncia la llegada del Reino de Dios. Para despedirse de sus discípulos, vence a la muerte, tolerando pacientemente el odio del enemigo, para después resucitar, glorificado y exaltado, ascender a los Cielos y enviar el Espíritu Santo a la Iglesia Católica, para que ésta no se desvíe jamás de la verdad.

A David se le había había anunciado un trono divino que no va a ser derribado jamás : «Yo (el Señor) a uno de tus descendientes confirmaré el Reino para siempre... Mi trono quedará establecido para siempre.»(2 Sam 7,12-16). También el profeta Isaías proclama que nacerá un niño del linaje de David al que se le dará el poder de gobernar un reino universal y eterno (Is 9,6-7). Y el día de la Anunciación, el ángel del Señor le dijo a la Virgen María: «... darás a luz un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús, ... reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su Reino no tendrá fin» (Lc. 1,30-33).

En principio, todo ello es una clara profecía que aún no se ha cumplido. Hay que reconocer que Cristo no ha reinado en ninguna nación, y menos aún en la casa de Jacob (Israel). Esto ha provocado en los cristianos tres posturas, todas erróneas: (1) Desde los tiempos de A. V. Harnack, algunos protestantes y los modernistas han degradado a Jesús, poniendo en duda su divinidad, diciendo osadamente que «se equivocó (sic) al predicar la inminente llegada del Reino, porque tal cosa no sucedió núnca ». (2) Otros cristianos, probablemente por impaciencia, al ver incumplida (hasta el día de hoy) la profecía por antonomasia, decidieron hacerse increyentes y considerar "un mito" todo el Evangelio. (3) Finalmente otros, se mantuvieron pacientes, pero piensan que su cumplimiento sucederá con el Fin del Mundo. Esta última es una opinión honesta, sin embargo errónea, porque con la Parusía, en el Cielo ya no habrá distinción de naciones (carecerá se sentido ya "Israel" o "la casa de Jacob"), además está escrito «... reina sobre la Tierra» (Ap 5,10) , «... ya llega el reino de Dios y de su Mesías sobre el mundo...» (Ap 11, 15), así como también se deduce de la profecías de Daniel, o de varios salmos, el Reino de Cristo comenzará indudablemente en la Tierra. Este aspecto terrenal del Reino ha sido bien explicado por algunos teólogos (leer por ejemplo "Maran Atha" ¡El Señor vuelve!. Eusebio García de Pesquera.), asimismo ha sido clarificado minuciosamente en varias revelaciones privadas.

En la Santa Misa, tras la plegaria eucarística, el sacerdote dice: «Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al Cielo, mientras esperamos su venida gloriosa...». Efectivamente, estamos esperando un retorno de Cristo a la Tierra –inminente en el tiempo, según las revelaciones privadas–, que no significará el Fin del Mundo (Consumación), sino su Renovación, también llamado "Fin de los tiempos".

Un resumen histórico de la esjatología (tiempos finales) es el siguiente:

– 1. Tras anunciar el Reino y cumplir el plan completo de Redención, Cristo asciende al Cielo (año 33). Contemporáneamente se inicia el "Tiempo de las Naciones" (Gentiles) [2].

– 2. El día del Señor llega para Israel (año 70), que es durísimamente castigada. Israel es arrasada por les ejércitos romanos y los judíos dispersados por entre las Naciones. En contra de lo que algunos piensan, la profecía de Cristo: «Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo esto suceda» (Mt 24,35), se cumplió fielmente, pero sólo para Israel.

– 3. Culmina el "tiempo de las Naciones" (ahora), y llega el día del Señor, grande y terrible. Las naciones gentiles son sojuzgadas, y para ello, el Señor utiliza sus Ejércitos (ángeles moviendo los elementos naturales, plagas y guerras). Durante el tiempo de las Naciones se ha manifestado la Misericordia, infinita de Dios, a continuación llega el tiempo de la Justicia, no menos infinita.

– 4. El regreso de Cristo. Tras el "día del Señor" llega la restauración mesiánica de Israel.

– 5. La Renovación general de hombres y cosas. Cristo comienza su reinado universal y eterno sobre la Tierra. Un reino de verdadera paz "en el que el león cohabita con el cordero". Este Reino será transferido al Cielo en el Fin del Mundo, muchos siglos después.

Notas
[1] El concepto católico "et-et" es lo opuesto al "or-or" de los herejes, cismáticos, cínicos, etc. Mientras que ellos reafirman una entre varias realidades (o Jesús-hombre o Jesús-Dios; o Biblia o Tradición; o fe o razón, ...), la docta doctrina católica no lo hace (y Jesús-hombre y Jesús-Dios; y Biblia y Tradición; y fe y razón, ...).
[2] En el antiguo latín "Nación" es sinónimo de "tierra de gentiles", en contraposición a Israel "tierra de creyentes". El "Tiempo de las Naciones" es el tiempo dado por Dios a las naciones gentiles para que se sometan libremente a la Iglesia.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Engaños del Laicismo


* El engaño del laicismo.

Siguiendo la terminología adulterada de hoy, por "secular" se entiende la progresiva independencia del poder político respecto al poder eclesiástico, y "secular" equivale a "laico", es decir, a no-confesional, pues según los progres, con la secularización el Estado deja de ser confesional, se emancipa de cualquier tutela religiosa y se convierte en un Estado laico.

* La estrategia de los herejes.
La estrategia predilecta de los herejes es deformar el significado de las palabras e ideas para lograr que expresen el sentido de sus pérfidas ideologías. Más tarde, una tropa de propagandistas del error se encarga machaconamente de infiltrar esa deforme ideología en nuestras débiles mentes. Es lo que ha sucedido, por ejemplo, en los últimos cuarenta años con la "Teología de la Liberación", que nació como un nítido concepto de la teología Católica, para ser deformada, y convertida en una especie de doctrina del neo-marxismo, por teólogos como Leonardo Boff y P. Gustavo Gutiérrez.


El "Laicismo" (Secularismo) es un engaño más retorcido aún, pues muchos de sus defensores se escudan en conceptos y expresiones de la "teología de la Secularización", de carácter Protestante –aunque nacida en el ámbito Católico–, pero sin ser teología de la Secularización sino una deformación de ésta de carácter satánico. Comencemos, pues, explicando la teología de la Secularización, surgida en la década de 1960 en el ámbito del pensamiento teológico católico, pero cuyas ideas fueron pronto adoptadas y convenientemente disformadas por teólogos protestantizados como D. Bonhoeffer, J.B. Metz, E. Schillebeeckx.

Indiquemos primeramente lo que es la recta secularización, que según la doctrina de la Iglesia Católica –magisterialmente inerrable (no sometida a error)– debe ser entendida como «una desacralización de lo indebidamente sacralizado», tendría, por tanto, el propósito de purificar lo sagrado de aplicaciones indebidas al campo secular, y de afirmar la justa autonomía secular de las realidades temporales, según la enseñanza del concilio Vaticano II (GS 36). Aquí hay dos términos técnicos antagónicos que deben aclararse previamente: (1) "Secular", término que procede del latín seculare, que significa "siglo" (el tiempo limitado, la vida) pero también "mundo”. De ahí que secular se refiera a todo aquello que es mundano, por oposición a lo espiritual, divino y "sagrado". Precisamente el otro término a aclarar es: (2) "Sagrado", pero sucede que tal término ha sido también sometido a deformación, por lo que debemos purificarlo de las deformidades añadidas.

* ¿ Cuál es el significado de "Sagrado" ?.
El término "sagrado" se ha utilizado de forma tan dispar que ha llegado a adquirir un significado ambiguo para el ciudadano corriente. Se confunde el significado pagano del término con el significado de la teología católica, que dicho sea de paso, ya no más se explica a la gente. Y para colmo, desde los estudios de E. Durkheim (1858-1917) sobre la historia de las religiones, se ha estandarizado su definición de "lo sagrado", que no concuerda con el significado católico. Investigar por diccionarios o "wikipedias" es inútil, no se halla más que el significado histórico del término, el cual asegura que en la historia del pensamiento humano hay dos categorías de cosas, radicalmente opuestas y profundamente diferenciadas, lo sagrado y lo profano. "Lo sagrado" sería lo más fundamental de una religión, aquello que transciende a lo natural, lo relativo a las hierofonías, ...
Para el judaísmo, sagrado es aquello instituido por Yahvé, así en el Levítico está escrito que son sagradas ciertas criaturas, lugares o personas, escrituras o ritos, especialmente elegidas por Yahvé en orden a la santificación de los hombres y a Su propio culto. El propio pueblo de Israel o el templo de Jerusalén son "sagrados" en este sentido judío. Para la Iglesia Católica, el Judaísmo prefigura(1) el Cristianismo, por lo que ese sentido de "sagrado" es válido pero insuficiente. Para no alargarnos demasiado hagamos sólo un resumen de la noción cristiana de "sagrado": es una criatura (objeto o persona) que por iniciativa divina está destinada a santificar a las personas, haciéndolo en modo visible (signo) a través de acciones invisibles de la gracia. Por ejemplo, son sagrados los sacramentos, los ritos litúrgicos, los templos, fiestas religiosas, la Iglesia, los sacerdotes, etc.
Un aspecto de lo sagrado está en que "sana y levanta lo secular del hombre", es decir, el hombre, por estar en el siglo, tiene una naturaleza herida (o "caída"). La celebración de un sacramento de la Iglesia, por ejemplo, como acto sagrado eleva la naturaleza de quien lo recibe. Nuestros ojos humanos no perciben ahora la acción, la elevación de la naturaleza humana –sí la perciben, por ejemplo, los ángeles–, nosotros sólo vemos el signo, el rito sacramental, como algo físico que acontece en el siglo. Los protestantes, agnósticos, etc. no creen en este aspecto crucial del cristianismo, pues no entienden bien la noción de "sagrado".

* ¿ Qué dice la errónea "teología de la Secularización"?.
Básicamente comienza por afirmar que la sacralidad cristiana es o debería ser puramente interior. Éste es un error teológico, un mal entendimiento de la verdadera naturaleza de lo sagrado cristiano. Y de este error se siguen en la práctica dos actitudes falsas, una más moderada, otra más radical: La moderada piensa que la apariencia sensible de lo sagrado debe asemejarse lo más posible a lo profano, tanto en personas como en lugares, celebraciones o cosas. La distinción sería motivo de separación. A mayor semejanza en las formas exteriores, mayor unión –dicen ellos–, mayor facilidad de acceso a los hombres. Aún hay peor error en la postura radical, que considera que se debe quitar de lo sagrado cristiano toda significación sensible peculiar. Fuera el cáliz dorado, mejor un vaso. No un templo, sino una sala de reunión. Nada de fiestas peculiarmente religiosas, ni de vestimentas litúrgicas, ni de hábitos religiosos. Todo lo sagrado-sensible sería una paganización o judaización del Evangelio genuino. Para los teólogos que defendían estos errores, lo "sagrado" es algo que había cumplido su función en el pasado (cuando el hombre no había llegado a su plena madurez), pero ahora, en la post-modernidad, el hombre debe aprender a arreglarse por sí mismo. El siglo, el mundo, sería una oferta de Dios al hombre para que se emancipe de la sacralidad del mundo, y pueda construir un "reino" secular en él.
Muy por el contrario, el católico en comunión con la Iglesia, sabe que lo sagrado –aún siendo invisible– tiene una tendencia a la manifestación, porque «lo sagrado hace visible lo invisible». Puesto que pertenece a la naturaleza de lo sagrado hacer visible la gracia invisible, el creyente procura que lo sagrado se vea, se oiga, se distinga, y sea un signo claro, bello, atrayente, expresivo. No pretende en principio ocultar lo sagrado, o atenuar lo más posible su significación sensible. Al contrario, por principio trata de que sea manifiesto y bien visible. Y así el templo tiene una forma peculiar, completamente distinta de las casas seculares. También el sacerdote o el religioso, por su especial consagración, presentan unas vestimentas que hacen visible su condición de ministros y testigos del Señor. El sonido de las campanas aporta forma sonora al mundo de la gracia. El canto religioso no es simplemente una melodía secular a la que se le ha aplicado una letra piadosa, sino que posee una expresividad especial. Las fiestas colectivas o familiares, bautizos y bodas, comuniones y funerales, que jalonan la vida humana, tienen también en el mundo cristiano formas sagradas peculiares.

En este país nuestro, las huestes de Satanás han batallado con todas sus armas de engaño hasta oscurecer, una vez más, un concepto claro, nítido y fundamental de la Iglesia Católica. Pero no contentos con trabajar en deformar los textos, la tradición, las costumbres, la teología y la doctrina verdadera, se han empeñado ahora en acabar con todo vestigio sagrado de la vista de los ciudadanos. Esto es el secularismo (o laicismo), la actitud demoníaca de erradicar de un país católico todo vestigio sagrado.

Notas :
[
1] En la Teología de la Historia se distinguen acontecimientos antiguos que son proto-tipo (o prefigura) de otros acontecimientos futuros más espirituales, llamados tipo (o figurado). Por ejemplo, el Arca de Noe es prefigura de lo que posteriormente será la Iglesia Católica, un navío que navega entre las aguas turbulentas, y, cuyas almas, viajando dentro de ella, se libran de la muerte.

miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Qué tolerancia?


Haciendo una investigación por internet, uno puede intuir qué cosa se entiende hoy por "tolerancia". Para el laicista o progresista de hoy, la tolerancia debe ser un parabién de alcance utópico, como puede comprobarse en alguna web donde se sueña con «una época de tolerancia universal en la que los ancianos vivirían tranquilos sus últimos días; los niños crecerían sanos; los viudos, las viudas, los huérfanos, los desamparados, los débiles y los enfermos encontrarían amparo (¿eutanasia?); los hombres tendrían trabajo, y las mujeres hogar; no harían falta cerraduras...». En cuanto a la definición profana escojamos la de Wikipedia: «Tolerancia es la capacidad de un individuo de aceptar una cosa con la que no está de acuerdo. Y por extensión moderna, la actitud de un individuo frente a lo que es diferente de sus valores». Otras definiciones que he hallado en la red coinciden básicamente en que "tolerancia" es la aceptación de la diversidad de opiniones, de pensamientos, posturas, credos, ... de los demás. Por lo tanto, es de suponer que esa "tolerancia absoluta", a la que algunos aspiran, sea la aceptación absoluta –y sin ningún reparo– de todas las opiniones, pensamientos y credos... excepto los de la Iglesia Católica. Al estilo de la tolerancia religiosa de John Locke, libertad de todo culto religioso excepto el de la Iglesia Católica. El "tratado de tolerancia", que en 1753 escribiera Voltaire, es muy poco tolerante con los defensores de la verdad, pero tuvo una influencia tal que hoy se entiende la tolerancia al estilo Volteriano. Por otro lado, la exaltación absoluta de la tolerancia se logra mediante la infravaloración de las verdades absolutas.

Ya en 1832, el papa Gregorio XVI, en la carta encíclica "Mirari Vos", había abominado contra esta concepción bastarda de tolerancia absoluta, desmontando cada uno de los engaños ocultos de esta doctrina liberal: La libertad de imprenta (dar libertad pública a cualquier escrito) es condenable porque ella expande el error y la mentira. El indiferentismo religioso (asegurar que todas las religiones pueden servir para la salvación) es un error execrable porque "hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo" (Ef 4,5). La libertad de conciencia (basada en la tolerancia absoluta de las opiniones) es un error pestilente porque roto el freno que contiene a los hombres en los caminos de la verdad, e inclinándolos precipitadamente al mal por su naturaleza corrompida, así la mayoría se dirigen ciegamente al abismo (Ap 9,3). Los ataques al matrimonio cristiano son condenables per se, pues el matrimonio es cosa sagrada, y por ello, sólo la Iglesia puede administrarlo, además sólo la muerte puede disolverlo.

* ¿Cómo entender rectamente la 'tolerancia'?

En la definición de Sto. Tomás de Aquino, tolerar es «permitir la existencia de ciertos males para no provocar otros males mayores y para no impedir ciertos bienes». Tolerar es, pues, una parte de la prudencia consistente en hacer compatibles dos instancias que en este momento se hallan en contraposición: el bien y el mal. El mal se tolera y padece, el bien se defiende y difunde. En la definición de tolerancia se incluye también el término permitir, como dice Sto. Tomás, «Dios permite que acaezcan males en el universo para que no se impidan algunos bienes o se sigan peores males».
Los crímenes, los delitos, los pecados... se cometen. Las desgracias, los accidentes, las catástrofes ... acontecen. Pero no es lícito cometer delitos amparándose en la tolerancia. No se puede cometer el más mínimo delito (pecado) para evitar un mal físico en el universo –es muy conocida la máxima universal de "el fin no justifica los medios"–. Sólo los degenerados vulneran esta máxima. Autorizar significa dar autoridad a alguien para que haga algo, mientras que permitir tiene el sentido de "no impedir", "no parar", "no castigar"... En definitiva, el sentido recto de "tolerancia" es permitir –o sea, "no impedir"– que acontezca un mal para que no se sigan otros mayores o se impida algún bien.

Ejemplo de tolerancia bien entendida: Un eremita que vivía en el desierto salió a buscar agua, cuando regresó a su choza se encontró con un ladrón que la estaba desvalijando. El eremita saludó al ladrón y, sin decir más palabra, le ayudó a colocar todas sus pertenencias encima del burro del ladrón. Con esta tolerancia justa del eremita (san Macario el Viejo, año 390) no sólo evitó un mal mayor, la comisión de un delito, pues, en su corazón, san Macario regaló de buena gana sus pertenencias al ladrón, sino que, como cuentan las crónicas, conseguiría posteriormente la regeneración del ladrón, cuando éste se enteró de la santidad del hombre al que había "robado". Otra cosa, completamente distinta, sería ayudar a robar al ladrón, san Macario nunca lo hubiera hecho. Pues no se puede cometer un delito por nada del mundo, y distinto de tolerancia sería también permitir que un ladrón robe a un indigente, pudiéndolo evitar, porque en este caso cometemos el pecado de la negación del auxilio.

En el caso de Dios, con su infinita sabiduría, utiliza la tolerancia perfecta con los hombres. ¿ Por qué permite Dios que el hombre cometa acciones malas?, ¿por qué permite que la cizaña crezca junto al trigo? Porque al arrancar ahora la cizaña se corre el peligro de arrancar el trigo, y lo que desea es que haya trigo, no que no haya cizaña. Si el único modo de conseguir que el hombre no ejerciera acciones malas, fuera el de privarle de la libertad de hacerlas, se conseguiría un buen comportamiento del autómata, no del hombre. Así traslada san Agustín sus propias cavilaciones a las presuntas cavilaciones de Dios: «pensó que los hombres serían mejores servidores si libremente le servían»; es preferible que haya males con tal de que se salve la libertad.

Según el concepto recto de tolerancia nos preguntamos ¿es signo de tolerancia despenalizar, esto es, autorizar el aborto, para evitar los males que se siguen de su prohibición o penalización?. Admitiendo que el embrión es vida humana –y no hay modo de no admitirlo sin transgredir el sentido científico y el sentido común–, con la tolerancia de su muerte no se evitan males mayores (¿qué mayor mal que la muerte intencional de un inocente?), ni podrían salvarse mayores bienes (¿qué bien mayor que el procurar la subsistencia de un ser humano inerme?). Esto nos conduce al núcleo de la cuestión. El concepto moderno de tolerancia parece basarse en el indiferentismo o el relativismo: esto es, en la convicción de que no hay bienes absolutos, que deban defenderse por encima de todo, ni verdades objetivas, en las que no me esté permitido ceder. Las definiciones Voltairianas de tolerancia como «aceptación de algo con lo que no estamos de acuerdo» son degeneradas y perversas porque: (1º) no distinguen entre "cometer", "acaecer", "autorizar" y "permitir"; (2º) tampoco hacen la distinción entre el bien y el mal; y (3º) obviamente, tampoco hacen una jerarquización de los bienes..., un bien terrenal, aunque tuviera un valor superior a cien millones de euros, es muy inferior a un bien espiritual, por ejemplo, la castidad.

martes, 21 de octubre de 2008

Sonido de trompetas


Todos recordamos aquel 11/09/2001 cuando dos torres gemelas (II) fueron malévolamente abatidas por servidores del mal. ¿ Por qué un día once?, ¿por qué dos torres?. También en Madrid atentaron un 11 de marzo, ¿qué se esconde tras ese once?. La respuesta es aquella que ha dado origen al nombre de mi blog: "La hora undécima", que en lenguaje bíblico es la última. Hay que entender que los terroristas no escogieron ese día, los terroristas no dieron ningún mensaje, porque los malvados no ganan nada avisando. Tampoco avisa Satanás a quien los terroristas sirven. Los terroristas no son más que instrumentos de Dios, que es quien da el aviso. Pero esta instrumentalidad hay que entenderla como concesión de Dios a que acontezca un mal físico para que un ulterior y mayor bien, un bien espiritual (en este caso el signo "11"="ultima hora") aflore.

Siete años más tarde, el 11/09/2008, aconteció otra señal, cuando en América comienzan a hundirse varias torres financieras. El debacle comenzó el lunes, 8 de septiembre, con la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac; después el 9 de septiembre comenzó a fallar Lehman Bros, que presumía de hacer resistido a las dos grandes guerras mundiales y a todas las grandes depresiones. Así se llegó al viernes, 12 de Septiembre, con Wall Street al borde de la bancarrota, cayendo sucesivamente Merrill Lynch, AIG, Washington Mutual. Y de ahí la crisis financiera se expande por el mundo entero.
En el Apocalipsis, san Juan ve a siete ángeles, de pie delante de Dios, a quienes les fueron dados siete trompetas (Ap 8,2). A cada toque de trompeta una parte de las siete plagas de la gran tribulación acontece. Con el sonido de la séptima, el tiempo otorgado a las naciones (gentiles) finaliza y "llega el reino de Cristo sobre el mundo" (Ap 15,15).

En medio de la crisis financiera llega el 29/09/08, que es la fiesta de los santos Arcángeles, pero asombrosamente este año también coincide con la fiesta judía del sonar de las trompetas. Se da extraordinaria confluencia triple entre las fiestas católicas y judías, junto a las revelaciones de Fátima. El 29 de septiembre, además de ser la fiesta de los Arcángeles, este año coincide con "el Tishri 1" (Rosh Hashanah), la primera gran fiesta litúrgica del año judío, que marca el inicio de su año. Una fiesta que tiene varios significados religiosos, pero el principal de ellos es el "arrepentimiento" y la "preparación a la penitencia" (Elul). Esta fiesta es también denominada la "fiesta de las trompetas", porque los judíos la celebraban con 100 sones de trompeta realizados con cuerno de carnero, el último de ellos era un largo bocinazo llamado el toque del despertar. Se trata de un intento de despertar al pueblo a la llamada de Dios e instar a todos a la penitencia. Aquí, recordemos la llamada del ángel a sor Lucía clamando penitencia. Y también recordemos los múltiples mensajes dados en sus apariciones por la Santísima Virgen María, madre de Dios y reina de los ángeles, indicando que los terremotos, ciclones, catástrofes de todo tipo que se están dando hoy son una llamada al despertar de la humanidad, hoy hundida en el pecado y en la apostasía.

Por si esto fuera poco, el 29 de Septiembre de 2008 coincide también para la religión judía con el comienzo de un nuevo ciclo sabático de 7 años que Dios ordenó celebrar a Israel. Cada 7 años había uno en que no se podía plantar o no se podía podar la vid, etc. El último ciclo sabático finalizó el 28 de Septiembre, y al día siguiente, Tishri 1, comenzó el siguiente ciclo que finalizará el siguiente Tishti1, o sea, el 13 de Septiembre de 2015, coincidiendo con el aniversario de la 5ª aparición de Nuestra Señora de Fátima [Asimismo coincidirá con el 80 aniversario de las revelaciones a Sta. Faustina Kowalska]. De la Biblia se deduce fácilmente que la tribulación de los últimos tiempos durará precisamente 7 años (31/2 +31/2), por lo que cabe preguntar si este 29 de Septiembre indica la señal del comienzo de esa tremenda tribulación profetizada. ¿Comienzan ahora los sones de trompetas?. Todo parece indicarlo.

Hay varias otras coincidencias que se están dando en estas fechas, así se pueden encontrar en internet varias webs protestantes discutiendo sobre ello, pero yo aquí sólo nos limitamos a las que tienen significado claramente católico. Así por ejemplo, es destacable una rarísima correspondencia de días en los calendarios hebreo y occidental, comenzando en el judío Av1 (nuestro 1 de agosto) y que se prolonga por dos meses. Por ejemplo, Av 8 fue el 8 de agosto –día en que Rusia invadió Georgia– y que amenaza con volver a periodos de guerra fría que parecían ya olvidados. Este preciso agosto 8, a las 6 P.M., marcó el comienzo del Av 9 el más funesto día en la historia judía, la conmemoración de la destrucción del templo de Jerusalén, dos veces arrasado (ambas el día Av 9) separadas por 500 años. Tras esos dos meses, en los que los calendarios confluyen (8 con 8, 9 con 9 etc.), empiezan a divergir, precisamente tras el día 29 de Septiembre de 2008, para no volver a converger hasta quizás un siglo o más tarde (habría que investigarlo con un programa informático).

Por mi parte, yo coloco aquí la oración al Arcangél san Miguel de León XIII:
Oración:
"San Miguel Arcángel,defiéndenos en la batalla.Sé nuestro amparocontra la perversidad y asechanzasdel demonio.Reprímale Dios, pedimos suplicantes,y tú Príncipe de la Milicia Celestial,arroja al infierno con el divino podera Satanás y a los otros espíritus malignosque andan dispersos por el mundopara la perdición de las almas.Amén."

miércoles, 15 de octubre de 2008

Milagros portentosos


No hay nada más impensable para un ateo como el milagro del surgimiento de una pierna de alguien que la ha perdido total o parcialmente. Así lo demuestran muchas manifestaciones de racionalistas (ateos, agnósticos, deístas, increyentes,...) de todos los tiempos. Pocos conocen que ese tipo de milagro, y aún mayores que él, sí se ha producido en la historia.

viernes, 3 de octubre de 2008

El mal de los males


La pornografía


La pornografía son todos los escritos, dibujos, imágenes, videos, representaciones o escenas que atentan directamente a la virtud de la pureza. Es el mayor de los crímenes, porque atenta directamente contra la vida del alma del inocente. Un crimen más atroz todavía que el infanticidio, que "sólo" mata la vida corporal. Se podría decir que la pornografía es el "Crimen de nuestra civilización".


miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cultura de la muerte


Si nos trasladásemos al pasado, a 1960 ó 1970, comprobaríamos que el aborto provocado era considerado por todos como lo que realmente es: un infanticidio. Hoy, muchas personas (incluso muchos católicos) consideran la opción abortiva de la mujer como un derecho divino.
Sería muy aleccionador hacer un estudio en el marco de la Historia de las Legislaciones de cómo las leyes de los “países laicistas” han ido evolucionando en los últimos tiempos. Siempre tomando como sujeto al “feto”, no al bebe, las leyes dictaminaban que el feto no era aún un ser humano, y por tanto era legal inducir un aborto. La cuestión era «¿cuándo un feto se transformaba en ser humano?». Al tercer mes, fue la sentencia arbitrara en muchos países. Pronto los abortos del primer trimestre fueron sucediéndose.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El aborto es un crimen

Los que no aceptan que el feto humano sea considerado una persona de derecho hasta su nacimiento, podrían considerar el siguiente dilema moral...

martes, 16 de septiembre de 2008

¿Cuál es el mayor mal?

Es muy común escuchar quejas sobre los males que acontecen en el mundo: las guerras, los desastres naturales, la pobreza, la crisis económica... y sin embargo, se da una importancia nula a los males verdaderos que son los males del alma.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Apuntes sobre la Moral

Se ha definido la Moral como "un conjunto de juicios relativos al bien y al mal destinados a dirigir la conducta del hombre". Ciertamente la Moral enjuicia los actos humanos, y para ello dispone de normas morales, pero ¿cuál es el carácter de estas normas?, ¿son objetivas o subjetivas?. Para la moral católica la respuesta es indiscutible: las normas son objetivas, no son un convenio humano sino procedentes de Dios, y son "la expresión del Bien para la persona humana". En realidad la Moral es una ciencia cierta, precisa e inequívoca, tal como fue magistralmente desarrollada por santo Tomás de Aquino.

viernes, 22 de agosto de 2008

Engaños y mentiras del caso Galileo



Se ha hablado tanto del "caso Galileo" que casi no hay en el mundo una persona que lo ignore –algunos hasta están convencidos que Galileo fue quemado en la hoguera–, lo que casi nadie conoce es que todo lo referente a este proceso es un montaje del racionalismo ilustrado, basado en inexactitudes, engaños y mentiras... Todo lo referente a ese proceso fue un burdo invento fabricado por los enemigos de la Iglesia Católica, un engaño que se ha llevado con tanta persistencia y astucia, que ha llegado a originar en muchos creyentes sentimientos de culpabilidad, remordimiento o incluso vergüenza hacia aquellos que nos precedieron en la fe. Aquí nuevamente una mentira repetida cien veces ha sido convertida en una "verdad" del racionalismo ilustrado.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Reflexiones sobre la libertad humana

Para los filósofos griegos "libertad" era la capacidad del hombre de disponer de sí con independencia de los otros. El estoicismo, en concreto, presentaba a la libertad como la existencia de un individuo centrado en sí mismo e impasible ante la realidad externa. El laicismo occidental se apropió de esta visión dándola pequeños matices.. La definición de libertad establecida por Rousseau, en la que se fundamentó la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, era: "La facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro". Como conducta individual, la libertad fue definida en el sentido más amplio, amoral y a la vez ingenuo por el anarquismo, como "aquella potestad del individuo de hacer lo que se quiere". Con sentido más moral, la libertad se ha definido también como "la potestad del hombre de hacer cuanto no daña a otro", con la imprecisión respecto del significado de daño y de quién es la autoridad para apreciarlo. En sentido jurídico, la libertad se entiende como "el derecho de hacer cuanto las leyes permiten y todo lo que no prohíben".

viernes, 8 de agosto de 2008

Los Derechos de Dios

Hoy se oye hablar mucho de los derechos humanos.
Pero no se habla de los derechos de Dios.
Y sin embargo, los derechos humanos y los derechos de Dios,
van estrechamente ligados.
Allí donde Dios y su ley no son respetados,
el hombre ya no puede hacer prevalecer sus derechos.

El descubrimiento del señorío de Dios
nos conduce al descubrimiento de la realidad del hombre.
Si reconocemos el derecho de Dios,
seremos capaces de reconocer el derecho de los hombres.

jueves, 31 de julio de 2008

Sobre la verdadera religión


Cualquier persona, con un juicio imparcial y prudente, puede llegar a entender sin dificultad cuál es la verdadera religión, toda vez que hay tantas y tan preclaras pruebas, como son la verdad y cumplimiento de las profecías, la frecuencia de los milagros, la rápida propagación de la fe aun entre los mayores obstáculos y frente a grandiosos enemigos, el testimonio sublime de los mártires, la sabiduría excelsa de los santos y místicos, y otras mil, hacen patente que la única religión verdadera es la que Jesucristo en persona instituyó, confiándola a su Iglesia –la Iglesia Católica–, para que la mantuviese y dilatase por todo el universo. (Enc. "Immortale Dei" N. 13. S.S. León XIII).

Leer más ...

sábado, 26 de julio de 2008

El hombre



¿Alma, cuerpo, espíritu...?


En nuestros días, poco amigables para la búsqueda de la verdad, todo el mundo ha oído hablar del alma, del cuerpo, del espíritu del hombre... sin embargo nadie conoce con precisión el alcance de estos términos. Y esto es un enorme drama, pues significa que los hombres hemos llegado a los tiempos en que no sabemos qué cosa somos, o bien, dialogamos entre nosotros con palabras que tienen un significado distinto para cada interlocutor. Este caos conceptual procede de la confusión entre dos concepciones antropológicas distintas: la hebrea y la del helenismo, además de estar contaminadas con concepciones disparatadas de filosofías orientales y gnósticas..., y por si fuera esto poco, desde algunas altas instancias se ha favorecido el olvido de la concepción antropológica establecida por Santo Tomás de Aquino.

martes, 15 de julio de 2008

El ser


Dios creó al Cosmos "ex nihilo" , es decir, desde la nada. No de otra manera puede uno imaginarse que Dios procediera a la creación del universo , sólo desde la nada absoluta. Para analizar y discutir este evento, la aparición de algo desde la nada, la ciencia moderna, en concreto la Cosmología, se ha basado en dos tipos de ideas metafísicas: el ateísmo del Neopositivismo dogmático y el deísmo de la filosofía helenista clásica y de los filósofos cristianos protestantes. Lamentablemente es muy poco conocida la doctrina filosófica establecida por Santo Tomás de Aquino, la cual aparece mucho más lógica y coherente que todas aquellas.


sábado, 12 de julio de 2008

Las 70 semanas de Daniel

La profecía de las 70 semanas de Daniel.

Hace unos 2010 años, todo el pueblo de Israel y sus alrededores, se hallaban expectantes porque se acercaba la fecha del cumplimiento de una profecía que había salido de la boca de los profetas: Isaías, Jeremías, Miqueas, ... La llegada del Mesías, que nacería de una Virgen, sería descendiente del rey David, cuyo trono tomaría para siempre.

Una profecía, la de las "70 semanas" del profeta Daniel, permitía conocer bastantes datos sobre este acontecimiento.

NOTA INTRODUCTORIA: Los 70 años de Jer 25,11-12 pasan a ser aquí 70 años sabáticos, es decir, 70 semanas de años (70 x 7). La base para está interpretación se halla en Lv 25, 1-4, donde se hace referencia al año sabático, que son los que caen cada siete años. Pero hay que hacer constar que en aquél tiempo los judíos computaban el año como 360 días, lo cual no tiene gran incidencia para periodos cortos (p. ej. una o dos decenas de años), pero para períodos largos la diferencia es significativa (p. ej. 450 años judíos son 444 años actuales).
 Así en el texto de Daniel tenemos que las 70 semanas quedan remarcadas por el ángel Gabriel en cuatro actos que tendrán lugar en un tiempo preciso: (I) semana 7 . (II) semana 69. (III) no precisado (IV) semana 70. 
*  Primer acto: 7 semanas (49 años)
Serán 7 semanas desde el momento de la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén (Dn 9, 25), orden que fue dada por el rey persa Artajerjes, en el año 457 aC (444 en el computo judío) {ver Neh 2} , ¡y la ciudad fue reconstruida por Esdras y Nehemías en 49 años!.
Antes hubo el edicto de Ciro para reconstruir el Templo, en 536 a.C.(Esd.1); pero en Dn 9,25 se menciona la orden de reconstruir la ciudad, no el Templo; así es que la fecha de comienzo de las 70 Semanas sería el 457 (o el 444, en años judíos).
   *  Segundo acto: 62 semanas (434 años)   
Después de 62 semanas será suprimido un Príncipe ungido (Cristo)... 7+62=69... A las 69 semanas, o 483 años de la "orden", morirá Cristo... La orden fue dada el año 457 a.C.; y si a ella le añadimos otros 483 años, resultaría el año 26 d.C. (-457+483=+26)... ¡ y haciendo las cuentas con el "año bíblico", resulta la muerte de Jesucristo el año 33 d.C (-444+477=+33) !.
Siguiendo esta línea de computación, pero con cálculos más finos, algunos autores señalan, no sólo el año, ¡sino el día, mes y año!, en que Jesús fue crucificado. Así la Open Bible (pag.833), señala la crucifixión el día 3 de Abril del año 33. Usa en sus cómputos el "año bíblico" de 360 días, calculando así por días, en vez de por años; y considera las fechas importantes del comienzo del ministerio de Juan el Bautista el año 15 de Tiberio César (Luc.3:1), y el hecho histórico de que el César comenzó su reinado el 10 de Agosto del año 14 (ver "Exploring the Scriptures", Phillips, p.214).

*  Tercer acto: No se indica el tiempo preciso (algo aparentemente extraño).
"Un pueblo de un gobernante que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario" (Dn 9,26)... Según algunos exegetas esta destrucción de Jerusalén y el Templo, después de la muerte de Cristo, se referiría a la de Tito del año 70 . Por tanto, el gobernante (Tito) habría llegado a las 3 1/3 semanas después de la muerte del ungido (Pero atención a lo que decimos más abajo).
      *   Cuarto acto: Duración 1 semana (3½ + 3½ años) 
"El pueblo de un gobernante que ha de venir... hará una alianza con muchos durante una semana, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda y sobre el ala del templo se establecerá la abominación de la desolación hasta el fin ... "
Los mismos exegetas anteriores opinan que este último período describiría a Antíoco IV en 168 dC, que suprimió el sacrificio eterno por 3½ años (1Mac.1)... Si esto fuera así, en el tercer y cuarto acto no cuadran bien las cifras. En realidad, todo parece indicar que lo que se alude en el cuarto acto (e incluso el tercero) es a un tiempo muy posterior. Parece una alusión profética a la "abominación de la desolación" que ocasionará el Anticristo al final de los tiempos, que el propio Jesús cita en Mat.24,15.
Otra interpretación de estos dos últimos actos la leí hace tiempo, según ella, hasta el día presente se habrían cumplido sólo 69 semanas, o sea 483 años (los dos primeros actos) de la profecía de Daniel. Justo hasta la muerte del Ungido. Entre la semana número 69 y la 70 de la profecía, hay un intervalo que se ha extendido aproximadamente por 2.000 años. Durante ese lapso, el cronómetro que marca el cumplimiento de los 490 años de la profecía de Daniel, habría estado parado, porque Israel fue puesto a un lado mientras Dios trata con la Iglesia. En el momento señalado del final de los tiempos, el Señor reanudará su relación con Israel, quizás cuando este Pueblo elegido reconozca a Cristo (Mesías de Israel). El cronómetro nuevamente continuará su marcha y se completarán los siete años finales.