jueves, 21 de mayo de 2009

¿ un feto humano es persona ?


[Feto humano de 20 semanas]

 Vamos a tratar de aclarar que el feto humano no sólo es un "individuo humano", sino que es algo de muchísima más dignidad, una persona humana.

Aunque hoy día en el lenguaje coloquial se utiliza el término "persona" como sinónimo de "individuo humano", sujeto individual , el concepto de "persona" para el cristianismo –en donde se originó– incluye la importante característica de trascender la propia individualidad cerrada. En el caso de Cristo, como persona de la Santísima Trinidad, cuya naturaleza es divina, asume la naturaleza humana sin abandonar por ello la divina, y además Cristo es Persona divina no como individuo cerrado en sí, sino como una comunión de tres Personas en una única naturaleza divina. Durante mucho tiempo, se mantuvo en filosofía la definición de Boecio, "persona es la sustancia individual de naturaleza racional". En esta definición aparece la referencia a la auto-trascendencia, implícita en el término 'racional', entendida como apertura al todo, pero la categoría básica es la de "sustancia individual". Y falla, sobre todo, en su olvido de citar la relación de la persona con las otras personas y con el mundo, además de su dimensión corpórea, que sirve de medio entre las dimensiones interpersonal, social y cósmica. Para remediar esta limitación Ricardo de san Víctor caracterizaba a la persona por el "ex-sistere", el salir fuera de sí, el tener capacidad de referirse al otro. En esta misma línea, Duns Scoto relanzó la concepción referencial de la persona recuperando el valor cristiano de la relación como constitutivo del ser humano. Santo Tomás de Aquino afirma que, para el caso de Dios, ser persona significa ser relación subsistente, o sea, vivir el propio ser en sí (subsistencia), en el ser para/con/en el otro; vivir en el don recíproco.

En cierto modo, el concepto de persona implica la paradójica composición de unidad y de distinción, de comunión y de libertad, entendidas no como realidades antitéticas, sino como realidades coexistiendo y realizándose juntas, de modo directamente proporcional. El modelo trinitario nos permite comprender que la persona es tanto más ella misma cuanto más capaz es de comunión con los demás, y es tanto más libre cuanto más vive la comunión. Podemos decir, entonces, que el feto humano es persona en cuanto es sustancia racional individual, y en cuanto trasciende su individualidad poseyendo una coexistencia con su familia, siendo la madre la mediadora.

Imaginemos un robot futurista provisto de la más sofisticada inteligencia artificial, además que posea una extraordinaria movilidad y autonomía. Aún así este super-robot no tendría nada de persona ya que no es un ser racional. La racionalidad no significa exclusivamente ser inteligente o estar provisto de grandes capacidades intelectuales, pensamiento, etc. sino más bien en «poseer una capacidad inherente de realizar actos propios». Entendiendo por "actos", más que movimientos físicos –que pueden incluso estar ausentes– movimientos intelectivos y movimientos del alma. Pensar, discurrir, discernir, ... sí, pero también, sentir, amar, disfrutar, sufrir, desear, comunicarse con los otros, ... Por otra parte la "capacidad inherente" se refiere a que esa capacidad puede ser "en potencia". El feto se va desarrollando hacia el estado bebé, teniendo todas las capacidades inherentes, en potencia, de la persona, del mismo modo que una semilla de trigo posee la capacidad de llegar a ser una espiga de trigo.

 Pero ante todo, la persona está hecha a imagen de Dios. Y como tal, él o ella posee una dignidad intrínseca y un alma eterna. Todo ser humano, desde el momento de su concepción, es una unidad de cuerpo y alma (no una dualidad, cuerpo+alma, como creen los paganos). Y así como el alma no abandona al cuerpo cuando se encuentra durmiendo, así el alma no depende del funcionamiento completo y total de todos los sentidos y capacidades corporales.

* Un dilema moral para los pro-abortistas.

Los que no aceptan que el feto humano sea considerado una persona de derecho hasta su nacimiento, podrían considerar el siguiente dilema moral:

Un cazador observa algo moviéndose entre la maleza. Aunque no está muy seguro de lo que se trata, decide apuntar y apretar el gatillo de su rifle. Resulta que ha matado a otro cazador, y no un animal como él pensaba. Jurídicamente el cazador podría ser considerado culpable por "negligencia criminal", puesto que debería haberse asegurado con absoluta certeza que no estaba disparando a una persona.

¿ Por qué, entonces, a algunos que no conociendo con absoluta certeza cuándo el feto humano llega a ser persona, se les permite, sin embargo, disparar todo el proceso de matarlo sin ninguna consecuencia jurídica ?.
A aquellos que claman que el feto humano no es una persona de derecho hasta el momento de su nacimiento hay que decirles «pruébenlo; demuestren con absoluta certeza que el feto humano no es una persona hasta el momento de su nacimiento» . Mientras no lo puedan probar el aborto intencionado es una asesinato.

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