viernes, 7 de noviembre de 2008
Engaños del Laicismo
* El engaño del laicismo.
Siguiendo la terminología adulterada de hoy, por "secular" se entiende la progresiva independencia del poder político respecto al poder eclesiástico, y "secular" equivale a "laico", es decir, a no-confesional, pues según los progres, con la secularización el Estado deja de ser confesional, se emancipa de cualquier tutela religiosa y se convierte en un Estado laico.
* La estrategia de los herejes.
La estrategia predilecta de los herejes es deformar el significado de las palabras e ideas para lograr que expresen el sentido de sus pérfidas ideologías. Más tarde, una tropa de propagandistas del error se encarga machaconamente de infiltrar esa deforme ideología en nuestras débiles mentes. Es lo que ha sucedido, por ejemplo, en los últimos cuarenta años con la "Teología de la Liberación", que nació como un nítido concepto de la teología Católica, para ser deformada, y convertida en una especie de doctrina del neo-marxismo, por teólogos como Leonardo Boff y P. Gustavo Gutiérrez.
El "Laicismo" (Secularismo) es un engaño más retorcido aún, pues muchos de sus defensores se escudan en conceptos y expresiones de la "teología de la Secularización", de carácter Protestante –aunque nacida en el ámbito Católico–, pero sin ser teología de la Secularización sino una deformación de ésta de carácter satánico. Comencemos, pues, explicando la teología de la Secularización, surgida en la década de 1960 en el ámbito del pensamiento teológico católico, pero cuyas ideas fueron pronto adoptadas y convenientemente disformadas por teólogos protestantizados como D. Bonhoeffer, J.B. Metz, E. Schillebeeckx.
Indiquemos primeramente lo que es la recta secularización, que según la doctrina de la Iglesia Católica –magisterialmente inerrable (no sometida a error)– debe ser entendida como «una desacralización de lo indebidamente sacralizado», tendría, por tanto, el propósito de purificar lo sagrado de aplicaciones indebidas al campo secular, y de afirmar la justa autonomía secular de las realidades temporales, según la enseñanza del concilio Vaticano II (GS 36). Aquí hay dos términos técnicos antagónicos que deben aclararse previamente: (1) "Secular", término que procede del latín seculare, que significa "siglo" (el tiempo limitado, la vida) pero también "mundo”. De ahí que secular se refiera a todo aquello que es mundano, por oposición a lo espiritual, divino y "sagrado". Precisamente el otro término a aclarar es: (2) "Sagrado", pero sucede que tal término ha sido también sometido a deformación, por lo que debemos purificarlo de las deformidades añadidas.
* ¿ Cuál es el significado de "Sagrado" ?.
El término "sagrado" se ha utilizado de forma tan dispar que ha llegado a adquirir un significado ambiguo para el ciudadano corriente. Se confunde el significado pagano del término con el significado de la teología católica, que dicho sea de paso, ya no más se explica a la gente. Y para colmo, desde los estudios de E. Durkheim (1858-1917) sobre la historia de las religiones, se ha estandarizado su definición de "lo sagrado", que no concuerda con el significado católico. Investigar por diccionarios o "wikipedias" es inútil, no se halla más que el significado histórico del término, el cual asegura que en la historia del pensamiento humano hay dos categorías de cosas, radicalmente opuestas y profundamente diferenciadas, lo sagrado y lo profano. "Lo sagrado" sería lo más fundamental de una religión, aquello que transciende a lo natural, lo relativo a las hierofonías, ...
Para el judaísmo, sagrado es aquello instituido por Yahvé, así en el Levítico está escrito que son sagradas ciertas criaturas, lugares o personas, escrituras o ritos, especialmente elegidas por Yahvé en orden a la santificación de los hombres y a Su propio culto. El propio pueblo de Israel o el templo de Jerusalén son "sagrados" en este sentido judío. Para la Iglesia Católica, el Judaísmo prefigura(1) el Cristianismo, por lo que ese sentido de "sagrado" es válido pero insuficiente. Para no alargarnos demasiado hagamos sólo un resumen de la noción cristiana de "sagrado": es una criatura (objeto o persona) que por iniciativa divina está destinada a santificar a las personas, haciéndolo en modo visible (signo) a través de acciones invisibles de la gracia. Por ejemplo, son sagrados los sacramentos, los ritos litúrgicos, los templos, fiestas religiosas, la Iglesia, los sacerdotes, etc.
Un aspecto de lo sagrado está en que "sana y levanta lo secular del hombre", es decir, el hombre, por estar en el siglo, tiene una naturaleza herida (o "caída"). La celebración de un sacramento de la Iglesia, por ejemplo, como acto sagrado eleva la naturaleza de quien lo recibe. Nuestros ojos humanos no perciben ahora la acción, la elevación de la naturaleza humana –sí la perciben, por ejemplo, los ángeles–, nosotros sólo vemos el signo, el rito sacramental, como algo físico que acontece en el siglo. Los protestantes, agnósticos, etc. no creen en este aspecto crucial del cristianismo, pues no entienden bien la noción de "sagrado".
* ¿ Qué dice la errónea "teología de la Secularización"?.
Básicamente comienza por afirmar que la sacralidad cristiana es o debería ser puramente interior. Éste es un error teológico, un mal entendimiento de la verdadera naturaleza de lo sagrado cristiano. Y de este error se siguen en la práctica dos actitudes falsas, una más moderada, otra más radical: La moderada piensa que la apariencia sensible de lo sagrado debe asemejarse lo más posible a lo profano, tanto en personas como en lugares, celebraciones o cosas. La distinción sería motivo de separación. A mayor semejanza en las formas exteriores, mayor unión –dicen ellos–, mayor facilidad de acceso a los hombres. Aún hay peor error en la postura radical, que considera que se debe quitar de lo sagrado cristiano toda significación sensible peculiar. Fuera el cáliz dorado, mejor un vaso. No un templo, sino una sala de reunión. Nada de fiestas peculiarmente religiosas, ni de vestimentas litúrgicas, ni de hábitos religiosos. Todo lo sagrado-sensible sería una paganización o judaización del Evangelio genuino. Para los teólogos que defendían estos errores, lo "sagrado" es algo que había cumplido su función en el pasado (cuando el hombre no había llegado a su plena madurez), pero ahora, en la post-modernidad, el hombre debe aprender a arreglarse por sí mismo. El siglo, el mundo, sería una oferta de Dios al hombre para que se emancipe de la sacralidad del mundo, y pueda construir un "reino" secular en él.
Muy por el contrario, el católico en comunión con la Iglesia, sabe que lo sagrado –aún siendo invisible– tiene una tendencia a la manifestación, porque «lo sagrado hace visible lo invisible». Puesto que pertenece a la naturaleza de lo sagrado hacer visible la gracia invisible, el creyente procura que lo sagrado se vea, se oiga, se distinga, y sea un signo claro, bello, atrayente, expresivo. No pretende en principio ocultar lo sagrado, o atenuar lo más posible su significación sensible. Al contrario, por principio trata de que sea manifiesto y bien visible. Y así el templo tiene una forma peculiar, completamente distinta de las casas seculares. También el sacerdote o el religioso, por su especial consagración, presentan unas vestimentas que hacen visible su condición de ministros y testigos del Señor. El sonido de las campanas aporta forma sonora al mundo de la gracia. El canto religioso no es simplemente una melodía secular a la que se le ha aplicado una letra piadosa, sino que posee una expresividad especial. Las fiestas colectivas o familiares, bautizos y bodas, comuniones y funerales, que jalonan la vida humana, tienen también en el mundo cristiano formas sagradas peculiares.
En este país nuestro, las huestes de Satanás han batallado con todas sus armas de engaño hasta oscurecer, una vez más, un concepto claro, nítido y fundamental de la Iglesia Católica. Pero no contentos con trabajar en deformar los textos, la tradición, las costumbres, la teología y la doctrina verdadera, se han empeñado ahora en acabar con todo vestigio sagrado de la vista de los ciudadanos. Esto es el secularismo (o laicismo), la actitud demoníaca de erradicar de un país católico todo vestigio sagrado.
Notas :
[1] En la Teología de la Historia se distinguen acontecimientos antiguos que son proto-tipo (o prefigura) de otros acontecimientos futuros más espirituales, llamados tipo (o figurado). Por ejemplo, el Arca de Noe es prefigura de lo que posteriormente será la Iglesia Católica, un navío que navega entre las aguas turbulentas, y, cuyas almas, viajando dentro de ella, se libran de la muerte.
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