miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Qué tolerancia?


Haciendo una investigación por internet, uno puede intuir qué cosa se entiende hoy por "tolerancia". Para el laicista o progresista de hoy, la tolerancia debe ser un parabién de alcance utópico, como puede comprobarse en alguna web donde se sueña con «una época de tolerancia universal en la que los ancianos vivirían tranquilos sus últimos días; los niños crecerían sanos; los viudos, las viudas, los huérfanos, los desamparados, los débiles y los enfermos encontrarían amparo (¿eutanasia?); los hombres tendrían trabajo, y las mujeres hogar; no harían falta cerraduras...». En cuanto a la definición profana escojamos la de Wikipedia: «Tolerancia es la capacidad de un individuo de aceptar una cosa con la que no está de acuerdo. Y por extensión moderna, la actitud de un individuo frente a lo que es diferente de sus valores». Otras definiciones que he hallado en la red coinciden básicamente en que "tolerancia" es la aceptación de la diversidad de opiniones, de pensamientos, posturas, credos, ... de los demás. Por lo tanto, es de suponer que esa "tolerancia absoluta", a la que algunos aspiran, sea la aceptación absoluta –y sin ningún reparo– de todas las opiniones, pensamientos y credos... excepto los de la Iglesia Católica. Al estilo de la tolerancia religiosa de John Locke, libertad de todo culto religioso excepto el de la Iglesia Católica. El "tratado de tolerancia", que en 1753 escribiera Voltaire, es muy poco tolerante con los defensores de la verdad, pero tuvo una influencia tal que hoy se entiende la tolerancia al estilo Volteriano. Por otro lado, la exaltación absoluta de la tolerancia se logra mediante la infravaloración de las verdades absolutas.

Ya en 1832, el papa Gregorio XVI, en la carta encíclica "Mirari Vos", había abominado contra esta concepción bastarda de tolerancia absoluta, desmontando cada uno de los engaños ocultos de esta doctrina liberal: La libertad de imprenta (dar libertad pública a cualquier escrito) es condenable porque ella expande el error y la mentira. El indiferentismo religioso (asegurar que todas las religiones pueden servir para la salvación) es un error execrable porque "hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo" (Ef 4,5). La libertad de conciencia (basada en la tolerancia absoluta de las opiniones) es un error pestilente porque roto el freno que contiene a los hombres en los caminos de la verdad, e inclinándolos precipitadamente al mal por su naturaleza corrompida, así la mayoría se dirigen ciegamente al abismo (Ap 9,3). Los ataques al matrimonio cristiano son condenables per se, pues el matrimonio es cosa sagrada, y por ello, sólo la Iglesia puede administrarlo, además sólo la muerte puede disolverlo.

* ¿Cómo entender rectamente la 'tolerancia'?

En la definición de Sto. Tomás de Aquino, tolerar es «permitir la existencia de ciertos males para no provocar otros males mayores y para no impedir ciertos bienes». Tolerar es, pues, una parte de la prudencia consistente en hacer compatibles dos instancias que en este momento se hallan en contraposición: el bien y el mal. El mal se tolera y padece, el bien se defiende y difunde. En la definición de tolerancia se incluye también el término permitir, como dice Sto. Tomás, «Dios permite que acaezcan males en el universo para que no se impidan algunos bienes o se sigan peores males».
Los crímenes, los delitos, los pecados... se cometen. Las desgracias, los accidentes, las catástrofes ... acontecen. Pero no es lícito cometer delitos amparándose en la tolerancia. No se puede cometer el más mínimo delito (pecado) para evitar un mal físico en el universo –es muy conocida la máxima universal de "el fin no justifica los medios"–. Sólo los degenerados vulneran esta máxima. Autorizar significa dar autoridad a alguien para que haga algo, mientras que permitir tiene el sentido de "no impedir", "no parar", "no castigar"... En definitiva, el sentido recto de "tolerancia" es permitir –o sea, "no impedir"– que acontezca un mal para que no se sigan otros mayores o se impida algún bien.

Ejemplo de tolerancia bien entendida: Un eremita que vivía en el desierto salió a buscar agua, cuando regresó a su choza se encontró con un ladrón que la estaba desvalijando. El eremita saludó al ladrón y, sin decir más palabra, le ayudó a colocar todas sus pertenencias encima del burro del ladrón. Con esta tolerancia justa del eremita (san Macario el Viejo, año 390) no sólo evitó un mal mayor, la comisión de un delito, pues, en su corazón, san Macario regaló de buena gana sus pertenencias al ladrón, sino que, como cuentan las crónicas, conseguiría posteriormente la regeneración del ladrón, cuando éste se enteró de la santidad del hombre al que había "robado". Otra cosa, completamente distinta, sería ayudar a robar al ladrón, san Macario nunca lo hubiera hecho. Pues no se puede cometer un delito por nada del mundo, y distinto de tolerancia sería también permitir que un ladrón robe a un indigente, pudiéndolo evitar, porque en este caso cometemos el pecado de la negación del auxilio.

En el caso de Dios, con su infinita sabiduría, utiliza la tolerancia perfecta con los hombres. ¿ Por qué permite Dios que el hombre cometa acciones malas?, ¿por qué permite que la cizaña crezca junto al trigo? Porque al arrancar ahora la cizaña se corre el peligro de arrancar el trigo, y lo que desea es que haya trigo, no que no haya cizaña. Si el único modo de conseguir que el hombre no ejerciera acciones malas, fuera el de privarle de la libertad de hacerlas, se conseguiría un buen comportamiento del autómata, no del hombre. Así traslada san Agustín sus propias cavilaciones a las presuntas cavilaciones de Dios: «pensó que los hombres serían mejores servidores si libremente le servían»; es preferible que haya males con tal de que se salve la libertad.

Según el concepto recto de tolerancia nos preguntamos ¿es signo de tolerancia despenalizar, esto es, autorizar el aborto, para evitar los males que se siguen de su prohibición o penalización?. Admitiendo que el embrión es vida humana –y no hay modo de no admitirlo sin transgredir el sentido científico y el sentido común–, con la tolerancia de su muerte no se evitan males mayores (¿qué mayor mal que la muerte intencional de un inocente?), ni podrían salvarse mayores bienes (¿qué bien mayor que el procurar la subsistencia de un ser humano inerme?). Esto nos conduce al núcleo de la cuestión. El concepto moderno de tolerancia parece basarse en el indiferentismo o el relativismo: esto es, en la convicción de que no hay bienes absolutos, que deban defenderse por encima de todo, ni verdades objetivas, en las que no me esté permitido ceder. Las definiciones Voltairianas de tolerancia como «aceptación de algo con lo que no estamos de acuerdo» son degeneradas y perversas porque: (1º) no distinguen entre "cometer", "acaecer", "autorizar" y "permitir"; (2º) tampoco hacen la distinción entre el bien y el mal; y (3º) obviamente, tampoco hacen una jerarquización de los bienes..., un bien terrenal, aunque tuviera un valor superior a cien millones de euros, es muy inferior a un bien espiritual, por ejemplo, la castidad.

martes, 21 de octubre de 2008

Sonido de trompetas


Todos recordamos aquel 11/09/2001 cuando dos torres gemelas (II) fueron malévolamente abatidas por servidores del mal. ¿ Por qué un día once?, ¿por qué dos torres?. También en Madrid atentaron un 11 de marzo, ¿qué se esconde tras ese once?. La respuesta es aquella que ha dado origen al nombre de mi blog: "La hora undécima", que en lenguaje bíblico es la última. Hay que entender que los terroristas no escogieron ese día, los terroristas no dieron ningún mensaje, porque los malvados no ganan nada avisando. Tampoco avisa Satanás a quien los terroristas sirven. Los terroristas no son más que instrumentos de Dios, que es quien da el aviso. Pero esta instrumentalidad hay que entenderla como concesión de Dios a que acontezca un mal físico para que un ulterior y mayor bien, un bien espiritual (en este caso el signo "11"="ultima hora") aflore.

Siete años más tarde, el 11/09/2008, aconteció otra señal, cuando en América comienzan a hundirse varias torres financieras. El debacle comenzó el lunes, 8 de septiembre, con la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac; después el 9 de septiembre comenzó a fallar Lehman Bros, que presumía de hacer resistido a las dos grandes guerras mundiales y a todas las grandes depresiones. Así se llegó al viernes, 12 de Septiembre, con Wall Street al borde de la bancarrota, cayendo sucesivamente Merrill Lynch, AIG, Washington Mutual. Y de ahí la crisis financiera se expande por el mundo entero.
En el Apocalipsis, san Juan ve a siete ángeles, de pie delante de Dios, a quienes les fueron dados siete trompetas (Ap 8,2). A cada toque de trompeta una parte de las siete plagas de la gran tribulación acontece. Con el sonido de la séptima, el tiempo otorgado a las naciones (gentiles) finaliza y "llega el reino de Cristo sobre el mundo" (Ap 15,15).

En medio de la crisis financiera llega el 29/09/08, que es la fiesta de los santos Arcángeles, pero asombrosamente este año también coincide con la fiesta judía del sonar de las trompetas. Se da extraordinaria confluencia triple entre las fiestas católicas y judías, junto a las revelaciones de Fátima. El 29 de septiembre, además de ser la fiesta de los Arcángeles, este año coincide con "el Tishri 1" (Rosh Hashanah), la primera gran fiesta litúrgica del año judío, que marca el inicio de su año. Una fiesta que tiene varios significados religiosos, pero el principal de ellos es el "arrepentimiento" y la "preparación a la penitencia" (Elul). Esta fiesta es también denominada la "fiesta de las trompetas", porque los judíos la celebraban con 100 sones de trompeta realizados con cuerno de carnero, el último de ellos era un largo bocinazo llamado el toque del despertar. Se trata de un intento de despertar al pueblo a la llamada de Dios e instar a todos a la penitencia. Aquí, recordemos la llamada del ángel a sor Lucía clamando penitencia. Y también recordemos los múltiples mensajes dados en sus apariciones por la Santísima Virgen María, madre de Dios y reina de los ángeles, indicando que los terremotos, ciclones, catástrofes de todo tipo que se están dando hoy son una llamada al despertar de la humanidad, hoy hundida en el pecado y en la apostasía.

Por si esto fuera poco, el 29 de Septiembre de 2008 coincide también para la religión judía con el comienzo de un nuevo ciclo sabático de 7 años que Dios ordenó celebrar a Israel. Cada 7 años había uno en que no se podía plantar o no se podía podar la vid, etc. El último ciclo sabático finalizó el 28 de Septiembre, y al día siguiente, Tishri 1, comenzó el siguiente ciclo que finalizará el siguiente Tishti1, o sea, el 13 de Septiembre de 2015, coincidiendo con el aniversario de la 5ª aparición de Nuestra Señora de Fátima [Asimismo coincidirá con el 80 aniversario de las revelaciones a Sta. Faustina Kowalska]. De la Biblia se deduce fácilmente que la tribulación de los últimos tiempos durará precisamente 7 años (31/2 +31/2), por lo que cabe preguntar si este 29 de Septiembre indica la señal del comienzo de esa tremenda tribulación profetizada. ¿Comienzan ahora los sones de trompetas?. Todo parece indicarlo.

Hay varias otras coincidencias que se están dando en estas fechas, así se pueden encontrar en internet varias webs protestantes discutiendo sobre ello, pero yo aquí sólo nos limitamos a las que tienen significado claramente católico. Así por ejemplo, es destacable una rarísima correspondencia de días en los calendarios hebreo y occidental, comenzando en el judío Av1 (nuestro 1 de agosto) y que se prolonga por dos meses. Por ejemplo, Av 8 fue el 8 de agosto –día en que Rusia invadió Georgia– y que amenaza con volver a periodos de guerra fría que parecían ya olvidados. Este preciso agosto 8, a las 6 P.M., marcó el comienzo del Av 9 el más funesto día en la historia judía, la conmemoración de la destrucción del templo de Jerusalén, dos veces arrasado (ambas el día Av 9) separadas por 500 años. Tras esos dos meses, en los que los calendarios confluyen (8 con 8, 9 con 9 etc.), empiezan a divergir, precisamente tras el día 29 de Septiembre de 2008, para no volver a converger hasta quizás un siglo o más tarde (habría que investigarlo con un programa informático).

Por mi parte, yo coloco aquí la oración al Arcangél san Miguel de León XIII:
Oración:
"San Miguel Arcángel,defiéndenos en la batalla.Sé nuestro amparocontra la perversidad y asechanzasdel demonio.Reprímale Dios, pedimos suplicantes,y tú Príncipe de la Milicia Celestial,arroja al infierno con el divino podera Satanás y a los otros espíritus malignosque andan dispersos por el mundopara la perdición de las almas.Amén."

miércoles, 15 de octubre de 2008

Milagros portentosos


No hay nada más impensable para un ateo como el milagro del surgimiento de una pierna de alguien que la ha perdido total o parcialmente. Así lo demuestran muchas manifestaciones de racionalistas (ateos, agnósticos, deístas, increyentes,...) de todos los tiempos. Pocos conocen que ese tipo de milagro, y aún mayores que él, sí se ha producido en la historia.

viernes, 3 de octubre de 2008

El mal de los males


La pornografía


La pornografía son todos los escritos, dibujos, imágenes, videos, representaciones o escenas que atentan directamente a la virtud de la pureza. Es el mayor de los crímenes, porque atenta directamente contra la vida del alma del inocente. Un crimen más atroz todavía que el infanticidio, que "sólo" mata la vida corporal. Se podría decir que la pornografía es el "Crimen de nuestra civilización".